Cuando entre a la primaria, no era más que un mocoso cagado al que le gustaba pasar horas frente al Nintendo, jugar fútbol con sus amigos y andar en bicicleta. Nunca me he considerado atractivo, pero en la primaria hubo quien si me consideró de esa forma. Todo empezó en el primer año, lo recuerdo bien...
En la escuela a la que asistía, se daban 3 horas de clase, un receso y otras 3 horas de clase. Esas 6 horas estaban divididas en horas de clase en inglés y español. Entonces, la maestra de español, nos daba además geografía, historia, civismo o la cosa acorde al grado en el que estábamos. Mientras tanto, la de inglés nos daba gramática, nos ponían a practicar el "spelling", nos ponían a leer en inglés y a hacer resumenes y hasta clases de ciencias nos daban en ingles.
En futuros posts hablaré de mi amor hacia las maestras, pero les puedo adelantar que yo, en primer año, estaba enamorado de la Miss Elizabeth. Miss Elizabeth era inteligente, amable, la persona más dulce que se puedan imaginar. (Si un niño como yo pudo darse cuenta de eso, quiere decir que cualquiera se daría cuenta). Siempre que Miss Elizabeth preguntaba algo, yo alzaba la mano para contestar, trataba de ser el primero en terminar mis ejercicios y hasta cuando alguien tiraba su lunch en el salón me ofrecía a limpiar el desorden. Recuerdo bien que también le preste un libro que nunca me devolvió, el cual era de mi madre y tome a escondidas para prestarselo, lo cual me costó muchos regaños. El caso es que yo era feliz con las horas de clase de la maestra Elizabeth.
Después de Miss Elizabeth, seguía el "recreo", el momento más feliz del día donde todo mocoso juega, hace y deshace a su antojo (Dentro de los límites de la escuela). Pero esa felicidad se vería destrozada al terminar el "recreo", ya que empezaban las clases de inglés y con ellas la Miss Lety. Miss Lety era de esas maestras que siempre llegan de malas, se desquitan con el primero que hace algo que según ella esta mal y lo peor es que, aún siendo un niño, tratan de excusarse diciendo que lo que hacen lo hacen por tu bien. A mi me daba igual la clase de la Miss Lety, lo que no toleraba era a alguien que acompañaba a Miss Lety: su hija Sandra.
Sandra, de ahora en adelante "Sandy" , como todos la conocíamos, era hija de Miss Lety, por tanto al inicio del ciclo escolar quiso demostrar que por ser hija de la miss se tiene cierto poder. Lo que le falló a Sandy fue que su mamá también se desquitaba con ella, ergo, solo quedaba en ridículo cuando trataba de demostrarnos algo. Para que se lo imaginen, un diálogo que aún recuerdo:
-Mi mamá siempre que salimos de la escuela me pregunta que quiero de comer para que llegando me lo prepare- dijo Sandy.
-¿Enserio? - Pregunto Julio, un morrillo que se sentaba también por ahí.
-Si, si no me crees deja le pregunto......Mamá! Verdad que......-GUARDA SILENCIO Y LEE TU LIBRO SANDRA, POR FAVOR!- gritaba la Miss Lety a la pobre Sandy.
Sandy era bastante castrosita, además de que a la mitad del ciclo escolar ocurrió algo que yo nunca imaginé, y que entendí que era hasta ya mas grandecito: Sandy se enamoró de mi.
Si, así como lo leen. Todavía recuerdo las atenciones que tenía conmigo, siempre que llegábamos al salón por las mañanas Sandy se movía hasta mi lugar para saludarme, y algunas veces me abrazaba o me besaba en la cabeza. Yo no entendía lo que pasaba pero me daba igual, ni le ponía atención. Recuerdo que una vez nos pusieron en grupitos a pintar, y Sandy tiro pintura sobre otro niño y sobre mi. Antes de que pudiera hacer algo, Sandy tomó su mandil y comenzó a limpiarme y limpiar mi lugar. El otro niño obviamente tuvo que hablarle a miss Lety por que Sandy solo me atendió a mi, jaja,
El último día de clases recuerdo que Sandy se acerco llorando y me dijo:
-Adiós Isaak-Pensé que sería la última vez que la vería, dado que nos anunció días antes que se cambiaba de casa, y por tanto, de escuela. Pero se apareció en la fiesta de un niño llamado Alexander. Después de esa fiesta no volví a saber nada de ella ni de Miss Lety.